Verde que te quiero verde

(Artículo publicado en revista ‘Ñaque’, Ciudad Real (España); nº. 55, junio 2008) 

Verde que te quiero verde
Un ejercicio de motivación teatral
1.     No escondo que, en lo que toca a la fecunda práctica del teatro escolar y pese a que respeto todas las otras tendencias, defiendo la utilización del texto que ha sido escrito por mano ajena e ideado en momento y circunstancias diferentes a los de su aplicación teatral y lo defiendo diciendo que es lo más acertado en la mayoría de las circunstancias.
2.     Por otro lado, la incursión en el mundo de la terapia a través del teatro, ha ido configurando en mí la certidumbre de que, en gran proporción, las estrategias destinadas a la tarea educativa, es decir, a ‘la construcción personal’, pudieran de ser útiles también en las tareas propias de ‘la reconstrucción personal’ y viceversa: aquellos trabajos teatrales empleados en las labores terapéuticas podrían ofrecer también abundantes ofertas para su aprovechamiento en el terreno educativo. 
3.     En tercer lugar, hace un tiempo que dejé caer en estas páginas el concepto ‘entender con los sentidos(1) (‘pensar con los sentidos más que de otra cosa, se trata’) como marco de procedimiento en aquel ejercicio de teatro escolar que se apoya en un texto previo.
He pensado en la oportunidad de recoger estos tres conceptos en un solo ejemplo real y práctico, a través de un proceso ejecutado en condiciones ciertamente azarosas, más difíciles y complejas que las que se suelen dar en el común de las escuelas y, evidentemente, sin medios especiales para ser desarrollado.
Convencido además, de que adular la autoestima, como en exceso se hace en la actualidad, es un mal camino, una bala de fogueo, y persuadido de que lo que de nosotros se espera es la aportación de puentes tentadores que conduzcan desde esos espacios que atendemos, hacia la vida real, tal cual es y tal como se nos propone, –más en concreto, en nuestro caso, desde y hacia lo que entendamos mejor y más asequible del arte,  cine, literatura, teatro y de todas las habilidades expresivas-, voy a intentar mostrar un ejercicio de motivación para la lectura de poemas de García Lorca llevado a cabo el martes 1 de abril de 2008 en el CAS  de Sants (Barcelona), un centro de atención a los drogodependientes perteneciente a ABD(2); sesión de trabajo repetida días después (15/4/08), en la Sala Baluard, otro centro del mismo corte y regentado también por ABD; centrando mi exposición casi exclusivamente en la parte que le corresponde al ‘Romance sonámbulo’ del ‘Romancero gitano’.
-     Lo que explicaré a continuación, no pretende ser la crítica de un texto literario.
-     Tampoco pretende averiguar exactamente qué sintió ni que quiso decir el poeta.
=        De hecho, a los participantes, en suficientes oportunidades a lo largo del desarrollo de este ejercicio, se les advierte sobre la relatividad de las apreciaciones; porque precisamente, de apreciaciones estamos hablando.
-     Es un ejercicio de motivación teatral que pretende indagar y elaborar sensaciones que nos lleven a ‘entrar en situación’ para afrontar en mejores condiciones la lectura del poema propuesto. Crear el ambiente imaginario, a partir de determinadas percepciones de nuestro entorno y su posible correspondencia con las sugeridas por el poema. Construir nosotros ese ambiente, como si se tratase de un decorado virtual, sobre el que se desplegará después nuestro trabajo interpretativo. Cabe entender que en el poema ‘hay personajes’, que interactúan entre sí, que algunos toman decisiones, otros no, que provocan acontecimientos, etc. así como que los versos nos proponen movernos entre determinados ambiente y circunstancias; es de noche, llega la madrugada, hay luna y hay luz de luna… Esa luz produce ciertos efectos sobre objetos y personajes… El propio poema nos ofrece, además, algunas pistas.
Es y no lo oculto, un trabajo de motivación didáctica acerca de la percepción del espacio que parece sugerir el poema y, aunque destinado al ámbito de ‘reconstrucción personal’ que insinúa el medio terapéutico, proviene, sin lugar a dudas, del ámbito de ‘construcción personal’; es decir, es un trabajo puramente escolar que se ha podido trasladar casi íntegramente al objetivo terapéutico. Sin embargo, al lector proveniente del mundo escolar, no se le podrán escapar las claras concomitancias y los recursos pedagógicos que explícitamente brinda, por lo que podrá aplicar a su esfera la parte del contenido que le interese de este ejercicio.
La experiencia que se pretendía llevar a término consistía en la preparación de un espectáculo (3) en el que se habrían de leer cinco poemas de García Lorca, acompañados a la guitarra y envueltos por el cante de tres canciones tradicionales recopiladas por el poeta y de tres canciones sobre poemas del mismo autor. Se había explicado previamente a los participantes la dimensión especial de aquellas canciones sobre poemas de Lorca: el mismo mundo del que el poeta hablaba en sus versos, le ha devuelto, años después, sus palabras en forma de canción.
Como avanzaba, aquí nos ceñiremos especialmente a la sesión de motivación realizada para facilitar la lectura de ‘Romance sonámbulo’, aunque para completar la explicación, haremos referencia a algunas intervenciones realizadas para el ensayo de los otros poemas.

Reparto del texto entre personajes
Siguiendo la sugerencia de Joan Bernadas, voluntario del CAS, y como consecuencia del ocasional aumento de participantes que se había producido en nuestro taller, me decidí a distribuir el texto del poema entre varios papeles, de acuerdo con el reparto que reproduzco al final del artículo. No fue tarea difícil. El propio poema define algunos personajes: dos hombres que intervienen en los acontecimientos con su diálogo (Los llamo ‘Compadre’ y ‘Recién llegado’) y alude además, sin concederles diálogo alguno, a una mujer gitana que, verde carne, pelo verde, sueña en su baranda y a unos guardias civiles borrachos.
Procedo a asignar ‘Compadre’ y ‘Recién llegado’ a dos de los usuarios del centro y el resto del texto lo distribuyo también entre usuarios, profesionales y voluntarios, de acuerdo con el cometido que se desprende de la breve historia que plantea el poema; así, la apertura y cierre y la ubicación general la asigno a ‘Tamara’, adjudico a ‘Sonia’ las descripciones que sobre la mujer buscada por ‘Recién llegado’ aparecen en el texto, la acción de los dos compadres y la sensación de viento y noche a ‘Emili’, a ‘Mercedes’, la referencia a los efectos de la luz de la Luna sobre la mujer y algunas percepciones en la noche a ‘Esther’ y ‘Frederic’(4).
La adjudicación de ‘Recién llegado’ –más adelante aclararé por qué- también se hizo pensando en que el usuario al que finalmente correspondió el papel, presentaba una actitud de exigencia y de queja continuas hacia su entorno; profesionales, familiares, voluntarios y otros usuarios.
Cuanto, desde este punto en adelante, expongo es sólo una labor de análisis aplicada a este poema con la intención de propiciar un escenario imaginario con el que promover la motivación entre quienes lo tendrán que recitar. No obstante, se debe señalar que esa interacción entre los diversos actores, sus personajes y sus cometidos y las sensaciones vividas gracias a la dinámica teatral empleada, han servido para favorecer e intensificar esa labor de profundizar en el poema.

‘Romance de la luna, luna’ cantado
1.   Al inicio de la sesión, le pido a ‘Chica’ que cante el ‘Romance de la luna, luna’. Sirve para crear ambiente y para dejar la semilla de la idea acerca de la imagen de la Luna sobre la que más adelante quiero insistir. En esta sesión, no dispusimos de guitarrista; por lo que ‘Chica’ cantaba sin acompañamiento.
La noche, la luna, la madrugada…
2.   Realizamos una lectura del poema,
2.1. Luego, pregunto a los presentes en qué instante del día transcurren los acontecimientos que narra ‘Romance sonámbulo’. Llegamos a la conclusión de que transcurren durante la noche. Aparte de todas las concernientes a la Luna, hay indicaciones en el poema:
-    LA NOCHE SE PUSO ÍNTIMA’…
2.2. Insinuándose en algún caso, que ocurren en el momento de la entrada a un nuevo día:
-     QUE ABRE EL CAMINO DEL ALBA’…
-     HERÍAN LA MADRUGADA
2.3. Pregunto acerca de cualquier detalle que determine algún aspecto especial de esa noche y parece que la luna es la presencia que mejor ilustra esa sensación. También es la imagen más utilizada.
-    ‘BAJO LA LUNA GITANA’…
-    ‘BARANDALES DE LA LUNA’…
-     ‘UN CARÁMBANO DE LUNA’…
2.4.  Un usuario aporta su visión del cielo estrellado que, además de:
-    GRANDES ESTRELLAS DE ESCARCHA.
Parece asomar también en los versos:
-    TEMBLABAN EN LOS TEJADOS
FAROLILLOS DE HOJALATA.
No puedo objetar nada, porque da la coincidencia que yo mismo hice un símil, usando el término ‘hojalata’, en una poesía que le dediqué a mi primer hijo (precisamente, el guitarrista) y que el usuario podría haber escuchado en una versión que suele cantar ‘Chica’:
Las estrellas que se hunden a  descansar
con sus lejanas luces
de hojalata tierna para contemplar.
No obstante, dejo para una sesión posterior la intención de señalar esta coincidencia; cuando todos estos conceptos estén más impregnados en la experiencia. Simplemente, doy por aceptada o, por lo menos, como posible la sugerencia y dejo para mejor oportunidad la explicación.
Esta oportunidad se produjo transcurridas tres sesiones (22/4/08), cuando pudimos contar con la intervención del guitarrista.  Entonces, explico la coincidencia dada en los dos poemas del término ‘hojalata’ para referirse al brillo de las estrellas y ‘Chica’ canta la canción. La presencia del destinatario del poema, mi hijo, tocando la guitarra y la voz de ‘Chica’ producen entre los asistentes una intensa efusión que yo no esperaba. Procuro salir suavemente de la situación creada, agradeciendo su aportación a ‘Chica’ y Roger y a los participantes, su atenta predisposición y proponiendo la observación de la posible coincidencia en el término ‘hojalata’ para referirnos a la luz de las estrellas.
2.5.  Siguiendo con la sesión del 1/4  y a renglón seguido de la consideración  del usuario sobre las estrellas, hago la indicación de que García Lorca, aparte de las que acerca del mundo gitano lanza, en sus poemas emite muchas impresiones sobre la Luna y sobre los efectos de su luz. Como en el siguiente fragmento donde la mujer iluminada no puede ver ‘las cosas’, pero ‘las cosas’ sí la pueden ver a ella:
-    BAJO LA LUNA GITANA,
LAS COSAS LA ESTÁN MIRANDO
Y ELLA NO PUEDE MIRARLAS.
que, por cierto, es un efecto muy inquietante. La persona que puede ser vista, iluminada por la luz de la Luna, no puede ver lo que hay a su alrededor, bajo la sombra que proyecta esa misma luz.
2.6.  Entresaco aquellas referencias a la Luna y a la noche que aparecen en los otros poemas que se recitarán en nuestro espectáculo y que los participantes conocen porque los han ensayado ya. Leemos los poemas y destacamos las siguientes citas:
De ‘La casada infiel:
-     FUE LA NOCHE DE SANTIAGO’…
-     SIN LUZ DE PLATA EN SUS COPAS’…
De ‘Son de negros en Cuba:
(Lo canta ‘Chica’)
-     CUANDO LLEGUE LA LUNA LLENA, IRÉ A SANTIAGO’…
Por supuesto, de ‘Romance de la luna, luna’ que había cantado ‘Chica’ al inicio de la sesión:
-     LA LUNA VINO A LA FRAGUA’…
-     MUEVE LA LUNA SUS BRAZOS’…
-     HUYE LUNA, LUNA, LUNA’…
-     POR EL CIELO VA LA LUNA’…
Y fijamos especialmente nuestra atención en el ‘verde luna’ de ‘El prendimiento de Antoñito el Camborio en el camino de Sevilla:
-     MORENO DE VERDE LUNA’…
Abro un libro con las ‘Obras completas’ de García Lorca de Ed. Aguilar, año 1.954 y, en la página 273, elijo un poema que lee uno de los usuarios:
 Recita nerviosamente; le ayudo a calmarse y le ruego que lo vuelva a leer. La misma lectura es un buen ejercicio, le acompaña a sosegarse.
Finalmente, hemos llegado a la conclusión de que García Lorca tenía una querencia especial por la Luna y que describe fielmente la vivencia de su contemplación y del ambiente que provoca.
Además (volviendo a ‘Romance sonámbulo’), juega constantemente con las percepciones de su entorno y las sensaciones que éstas le producen:
-    LA HIGUERA FROTA SU VIENTO
CON LA LIJA DE SUS RAMAS,
Y EL MONTE, GATO GARDUÑO,
ERIZA SUS PITAS AGRIAS.
-    EL LARGO VIENTO, DEJABA
EN LA BOCA UN RARO GUSTO
DE HIEL, DE MENTA Y ALBAHACA.
Se está construyendo, en el mundo de nuestras sensaciones y en función de nuestras apreciaciones, un decorado especial para recitar el poema.

Un espacio escénico construido con nuestras sensaciones

3.   A continuación y ya de retorno a ‘Romance sonámbulo’, volvemos a leer el poema y ceñimos nuestra atención en la expresión:
-     VERDE QUE TE QUIERO VERDE.
Y, tras una nueva lectura, les hago ver que ya hemos observado muchos detalles: es de noche, bajo la luna que ilumina el paisaje, ya de madrugada… pero ¿por qué tan y tanto verde?... Probablemente, nunca se sepa, pero, con el fin de aproximarnos a la sensación que nos puede ayudar a construir nuestra interpretación, propongo una reflexión sobre cómo se suelen percibir los objetos en cualquier noche con luna llena. La luz de la Luna nos permite ver, pero de diferente manera; dimiten los conos y entran en funcionamiento los bastones. Ya hemos visto que no podemos ver nada de lo que esconden las sombras que produce la luz de la Luna. La visión es diferente. En el campo, la mayor parte de la personas, bajo esa sutil luz, ve todo sumido en un mundo azul. Los verdes árboles se ven azul oscuro, casi negro; pero nuestra experiencia nos dicta que aquel ‘azul’ oscuro, casi negro, que debe dibujar los ‘barandales’ del poema, en realidad es ‘verde’
-        DEJADME SUBIR AL MENOS
HASTA LAS ALTAS BARANDAS,
¡DEJADME SUBIR!, DEJADME
HASTA LAS VERDES BARANDAS.
BARANDALES DE LA LUNA
y, por lo tanto, cualquier otro objeto oscuro,
-    VERDE VIENTO. VERDES RAMAS.
como el pelo negro de la mujer deseada en la noche, puede ser considerado verde como las copas de los árboles.
-    VERDE CARNE, PELO VERDE
Sensación que, sin embargo, ‘COMPADRE’, el otro personaje, sitúa en la realidad (Es el personaje más instalado en la inmediata realidad, como veremos más adelante) replicando implacablemente:
-    CARA FRESCA, NEGRO PELO,
Le está contestando a ‘RECIÉN LLEGADO’ algo así como: Sólo es una ilusión.
Luego, fijando nuestra atención en ‘verde carne’, espeto a los asistentes la siguiente pregunta: ¿Alguno de vosotros ha estado con una mujer en la playa, durante una noche de luna llena? (Casi todos los usuarios son hombres y aquí, en Barcelona, hay la costumbre de acabar la verbena de San Juan en la playa; dándose el caso, de que puede coincidir con luna llena) Lo digo porque la piel humana, en esas circunstancias, adquiere un tono gris muy tenue que se puede antojar verdoso. Eso es lo que yo recuerdo y que puede coincidir con la percepción  de los demás y con la del poeta, cuando dice:
-    VERDE CARNE, PELO VERDE
Se acepta entre los asistentes como bastante aproximada a la percepción que se les evoca.
Les recuerdo que nos habíamos fijado especialmente en el ‘verde luna’ de ‘El prendimiento de Antoñito el Camborio en el camino de Sevilla’:
-     MORENO DE VERDE LUNA’…
Porque era un indicio del color de la luz de la Luna que sugería el poeta. Se llega al acuerdo de que se puede admitir esa sensación de verde, junto a la de la noche, la montaña, el viento, etc. para construir ese decorado íntimo que ha de ayudar a nuestra tarea interpretativa.



La posibilidad de vivir otras estrategias personales
4.   Una vez realizada esta exposición para motivar a los participantes, para ayudarles a entrar en situación acerca del contenido, personajes y circunstancias del poema y tras otra lectura, detengo la atención en uno de los fragmentos asignados a ‘RECIÉN LLEGADO’ y le hago ver al actor que el personaje está suplicando al otro (Compadre). No exige; está implorando ‘morir decentemente’, ‘entre sábanas de Holanda’. Y le intento hacer ver al actor que estamos tan acostumbrados a reclamar, a exigir, que hemos olvidado la posibilidad de rogar. Siempre estamos exigiendo a padres, madres, profesionales, amigos…
Sin embargo, el personaje que ha de interpretar no está exigiendo, suplica vehementemente porque, con una herida ‘desde el pecho a la garganta’, ve próximo e inexorable su fin. Insto entonces al intérprete (precisamente, aquel usuario que destacaba por sus exigencias y quejas) para que deje de mirar desde fuera el personaje, desde su atalaya particular; que lo acepte tal como es y que se introduzca en él y su circunstancia; que ensaye la súplica.
No se le presenta ese comportamiento como preferible o más perfecto, sino como diferente y como una oportunidad de experimentar un modo de proceder distinto. Se le está brindando la posibilidad de ensayar otro tipo de actitud a la suya, ni mejor ni peor en principio, pero que le puede servir para probar otro punto de vista.
Meternos en un personaje puede permitirnos comprender mejor el mundo que nos rodea y aceptarlo; incluso, nos puede permitir el ensayo de otras estrategias personales e incorporarlas, si nos parecen mejores que las que estemos utilizando habitualmente. Y, cuanto más ajena (no lejana) sea la concepción de esa personalidad y de esa circunstancia, mejor; esa es una de las virtudes específicas del teatro de texto.
Además, el acto de simular que propicia el ejercicio teatral,
*     facilita hablar de cosas íntimas, pero con el colchón que ofrece el hecho de hablarlas ‘desde otro personaje’,
*    y favorece la actitud de comprender mejor al otro (‘meterse en piel ajena’), conocer y ensayar otros comportamientos e incorporarlos si cabe, sin los obstáculos inherentes a la dinámica habitual de una relación humana real.
Sin lugar a dudas, a partir de aquel momento, el nivel interpretativo se elevó. Y creo que el de la comprensión de personaje, circunstancias e historia y el de las emociones, también.


‘Esto es lo que hay’ frente a otro ‘Esto es lo que hay’
5.   En este juego de motivaciones, parece interesante añadir el desarrollado sobre esta frase coloquial que aparece habitualmente en el argot dentro de este ámbito, porque tiene que ver con las estrategias empleadas con frecuencia por estos usuarios para desentenderse de su proceso (Aunque no es patrimonio único de este ambiente: cualquier profesor de secundaria podrá reconocerla también como propia de su entorno).
Asimismo, ha sido útil el análisis de este giro coloquial con objeto de favorecer la entrada en situación de ‘Recién llegado’ y ‘Compadre’.  
El hecho fue que al usuario que interpreta ‘Compadre’, tras recitar:
-    SI YO PUDIERA, MOCITO,
ESTE TRATO SE CERRABA.
PERO YO YA NO SOY YO.
NI MI CASA ES YA MI CASA.
se le ocurrió apostillar en son de broma, ‘esto es lo que hay’ a ‘Recién llegado’; intervención improvisada que produjo algunas risas entre los presentes, pero que, a su vez, facilitó mi acción posterior, al reforzar involuntariamente mi trabajo por transmitir a la persona que interpreta ‘Recién llegado’, esa oportunidad de introducirse en otro personaje y otras circunstancias.
Aprovechando esta expresión coloquial, le hago ver a ‘Recién llegado’ que él, a este ‘esto es lo que hay’ conformista proferido por ‘Compadre’, puede contraponer otro ‘esto es lo que hay’ mucho más intenso, porque su personaje está herido de muerte, con una herida desde el pecho a la garganta y suplica ofreciendo a cambio todo lo que tiene a mano: ‘mi caballo por su casa, mi montura por su espejo, mi cuchillo por su manta’.
Frente al ‘esto es lo que hay’ de ‘Compadre’, ‘Recién llegado’ está contraatacando con otro ‘esto es lo que hay’  que le viene a decir: “¡Déjate de zarandajas y ayúdame de una vez! Y, aunque esté meridianamente claro que no lo vamos a conseguir, ayúdame a alcanzar mi deseo, porque me estoy muriendo, ¿no lo ves?”
Continuando con los acontecimientos, no es de extrañar que, a la postre, ‘Compadre’ acceda y los dos personajes suban juntos a las altas barandas, dejando un rastro de sangre, dejando un rastro de lágrimas.
Es un ‘esto es lo que hay’ distinto, que le conduce a implorar porque la situación es mucho más apremiante, propiciándoseles a los intérpretes, con el empleo de su propio argot, una circunstancia inigualable para ayudarles a situarse en el papel que están ensayando. Hemos insistido asimismo, en la factibilidad de adoptar otro punto de vista y de ejercitarlo y hemos aportado el recurso de contrarrestar un argumento aparentemente aplastante entre ellos (‘esto es lo que hay’) empleando para este fin, sus mismas armas, su propia forma de hablarlo y de entenderlo. Siempre puede existir una opción a explorar, un ‘esto es lo que hay’ diferente.

Conclusión cantada:
6.   Un último apunte lo aportó ‘Chica’ improvisadamente y sin que nadie se lo pidiera.
Queriendo explicar lo que yo había querido decir al hablar de ‘introducirse en el papel’, adujo que ‘hay que ponerle sentimiento a la interpretación’, ‘que viene a ser como cuando yo canto flamenco’ y, acto seguido, se arrancó a cantar un fandango, propiciando una visión de lo que significa ‘ponerle sentimiento a la interpretación’; en este caso, imprimiendo esa emoción a su cante. Fue quizás, lo mejor de la sesión de aquel martes 1 de abril y creo sinceramente, que no precisa de más palabras.
        Insisto, para acabar, en que lo que he pretendido es exponer, a través de un ejemplo realmente vivido, el caudal de recursos que nos puede proporcionar el texto en este tipo de ejercicio de dramatización; teniendo en cuenta que hemos utilizado para ello un material, si no el más difícil, el más complejo, la poesía y que no se ha pretendido otra cosa que realizar un intenso ejercicio de motivación sobre un poema excepcional, en un ambiente y medios poco propicios a priori, menos propicios que los del aula tipo de una escuela. A partir de ahí, se ha procurado mantener la máxima coherencia en la proposición y mantenernos en la intención de pensar con los sentidos, para provocar la construcción de ese fértil decorado imaginario que se precisa para poder recitar un poema de esta talla, porque, de otra manera,
-     ¿cómo ofrecer al participante que señalo como ‘exigente’, la situación en la que pueda ensayar (si quiere, claro; encima, eso) el acto de ‘implorar’, en lugar de ese habitual ‘exigir’ en el que ha encastillado su vida?
-     ¿Cómo facilitar que él y los demás se metan en la piel de otro (cosa que rehuyen, pero que es terapéuticamente imprescindible) y que, si quieren, lo practiquen, si no se les ayuda a construir un entorno distinto, no inventado por ellos pero recreable, mínimamente posible, atractivo e intensamente sensorial? 
-     ¿Cómo motivar hasta el extremo de haberme llevado la enorme satisfacción de que uno de ellos haya tomado la iniciativa de aprenderse de memoria ‘La casada infiel’ y encima, haya arrastrado a otros a memorizar su intervención y de que el 22/4 pudiese comprobar que otra participante se había aprendido de memoria también el monólogo ‘Vecinas..’ de ‘Bodas de Sangre’?  
¡Es tan importante para ellos el ejercicio de memorización! (Igual que para todos los demás, dicho sea de paso)
-     ¿Cómo conseguir apoyo interpretativo al ‘verde’, cuando todas las tendencias personales, vistas desde el inicio, conducían inexorablemente a la rutina y a la desgana, al puro trámite (Entro y permanezco aquí, en este taller, porque me hacen venir, pero no sé muy bien para qué vale y yo, con matar el tiempo, tengo bastante)?
Decía al principio que defiendo el uso del texto escrito previamente, diciendo que es lo más acertado en la mayoría de las circunstancias. Creo que la compleja circunstancia en que se ha desplegado esta explicación ilustra sobradamente esta proposición. Los beneficios de indagar y situarse en personajes y circunstancias provenientes de esa mano ajena, han emergido con la intensidad de este ejercicio de desentrañar la palabra para convertirla en vivencia.  Decía también que, en gran proporción, aquello que vale para ‘la construcción’, vale para ‘la reconstrucción’ y viceversa. Entiendo que he expuesto una experiencia dentro de un ambiente terapéutico donde se ha empleado un material típicamente escolar y que material y recursos desarrollados en este trabajo pueden interesar casi íntegramente a la Escuela por idénticas o muy parecidas razones a las esgrimidas a lo largo de la sesión. Por último, expresaba mi intención de proponer un ejemplo real de lo que significa aquel ‘entender con los sentidos’ a través del ejercicio del texto escrito por mano ajena, que hace seis años dejaba caer en estas mismas páginas. Espero haberlo conseguido; claro que he contado con la inestimable colaboración de ‘Chica’ en casi todas las sesiones y de la guitarra de Roger en un par de ellas y con el cariño y la ayuda de profesionales, voluntarios y usuarios del CAS y de la Sala Baluard.

                   Miguel Pacheco Vidal





(1)  ‘Entender con los sentidos’; artículo núm. 16 de la serie ‘De palique con Kike’; revista ÑAQUE; núm. 23; Ciudad Real, febrero 2.002.
(2) ABD; Associació Benestar i Desenvolupament, entidad de utilidad pública; Barcelona; www.abd-ong.org
(3)  Este trabajo se ha montado haciendo referencia a ‘Ronda Lorquiana’, un espectáculo del año 1.998, dirigido por M. Curletto y dramatizado por mí. En el cante, ha contribuido ‘Chica’, mi nuera y en la guitarra, Roger, mi hijo; ambos habían participado también en ‘Ronda Lorquiana’. El baile y la coreografía los ha aportado Patxi Loperena. Tanto en los talleres realizados en el CAS, como en el espectáculo representado en el Casinet d’Hostafrancs (Barcelona) el 24/4/08, colaboraron: Sonia Usan (Coordinadora de talleres), Mª. Ángeles Herrero, Mercedes Lázaro y Tamara Savinovic.
(4) Como es habitual en nuestra actividad, después se produjeron algunas reasignaciones de papeles.

















 “ROMANCE SONÁMBULO”
(De ‘Romancero gitano’)
(Repartido entre varios personajes por M. Pacheco Vidal para la experiencia en CAS de Sants [Barcelona])
TAMARA.-
VERDE QUE TE QUIERO VERDE
VERDE VIENTO. VERDES RAMAS.
EL BARCO SOBRE LA MAR
Y EL CABALLO EN LA MONTAÑA.

SONIA.-
CON LA SOMBRA EN LA CINTURA
ELLA SUEÑA EN SU BARANDA,
VERDE CARNE, PELO VERDE,
CON OJOS DE FRÍA PLATA.

MERCEDES.-
VERDE QUE TE QUIERO VERDE.
BAJO LA LUNA GITANA,
LAS COSAS LA ESTÁN MIRANDO
Y ELLA NO PUEDE MIRARLAS.
TAMARA.-
VERDE QUE TE QUIERO VERDE.
GRANDES ESTRELLAS DE ESCARCHA.
VIENEN CON EL PEZ DE SOMBRA
QUE ABRE EL CAMINO DEL ALBA.

ESTHER.-
LA HIGUERA FROTA SU VIENTO
CON LA LIJA DE SUS RAMAS,
 Y EL MONTE, GATO GARDUÑO,
ERIZA SUS PITAS AGRIAS.
TAMARA.-
¿PERO QUIÉN VENDRÁ? ¿Y POR DÓNDE...?
SONIA.-
ELLA SIGUE EN SU BARANDA,
VERDE CARNE, PELO VERDE,
SOÑANDO EN LA MAR AMARGA.

RECIÉN
LLEGADO.-
COMPADRE, QUIERO CAMBIAR
MI CABALLO POR SU CASA,
MI MONTURA POR SU ESPEJO,
MI CUCHILLO POR SU MANTA.
COMPADRE, VENGO SANGRANDO,
DESDE LOS PUERTOS DE CABRA.

COMPADRE.-
SI YO PUDIERA, MOCITO,
ESTE TRATO SE CERRABA.
PERO YO YA NO SOY YO.
NI MI CASA ES YA MI CASA.

RECIÉN
LLEGADO.-
COMPADRE, QUIERO MORIR
DECENTEMENTE EN MI CAMA.
DE ACERO, SI PUEDE SER,
CON LAS SÁBANAS DE HOLANDA.
¿NO VES LA HERIDA QUE TENGO
DESDE EL PECHO A LA GARGANTA?

COMPADRE.-
TRESCIENTAS ROSAS MORENAS
LLEVA TU PECHERA BLANCA.
TU SANGRE REZUMA Y HUELE
ALREDEDOR DE TU FAJA.
PERO YO YA NO SOY YO.
NI MI CASA ES YA MI CASA.
RECIÉN
LLEGADO.-
DEJADME SUBIR AL MENOS
HASTA LAS ALTAS BARANDAS,
¡DEJADME SUBIR!, DEJADME
HASTA LAS VERDES BARANDAS.
BARANDALES DE LA LUNA
POR DONDE RETUMBA EL AGUA.

TAMARA.-
YA SUBEN LOS DOS COMPADRES
HACIA LAS ALTAS BARANDAS.
DEJANDO UN RASTRO DE SANGRE.
DEJANDO UN RASTRO DE LÁGRIMAS.

EMILI.-
TEMBLABAN EN LOS TEJADOS
FAROLILLOS DE HOJALATA.
MIL PANDEROS DE CRISTAL,
HERÍAN LA MADRUGADA.

TAMARA.-
VERDE QUE TE QUIERO VERDE,
VERDE VIENTO, VERDES RAMAS.
EMILI.-
LOS DOS COMPADRES SUBIERON.
EL LARGO VIENTO, DEJABA
EN LA BOCA UN RARO GUSTO
DE HIEL, DE MENTA Y  DE ALBAHACA.
RECIÉN
LLEGADO.-
¡COMPADRE! ¿DÓNDE ESTÁ, DIME?
¿DÓNDE ESTÁ TU NIÑA AMARGA?

COMPADRE.-
¡CUÁNTAS VECES TE ESPERÓ!
¡CUÁNTAS VECES TE ESPERARA,
CARA FRESCA, NEGRO PELO,
EN ESTA VERDE BARANDA!

SONIA.-
SOBRE EL ROSTRO DEL ALJIBE
SE MECÍA LA GITANA.
VERDE CARNE, PELO VERDE,
CON OJOS DE FRÍA PLATA.
UN CARÁMBANO DE LUNA
LA SOSTIENE SOBRE EL AGUA.

FREDERIC.-
LA NOCHE SE PUSO ÍNTIMA
COMO UNA PEQUEÑA PLAZA.
GUARDIAS CIVILES BORRACHOS
EN LA PUERTA GOLPEABAN.

TAMARA.-
VERDE QUE TE QUIERO VERDE.
VERDE VIENTO. VERDES RAMAS.
EL BARCO SOBRE LA MAR.
Y EL CABALLO EN LA MONTAÑA.